Habitación «La Parra»
Esta habitación se ubica en la planta baja de la casa, construida a principios del siglo XX mediante una técnica tradicional utilizada en algunas casas de pueblo de entonces: el TAPIAL, a base de una amalgama de tierra y piedras prensada manualmente. (1)
La habitación estaba compuesta por una sala y un dormitorio. En la sala había una mesa camilla, bajo la que se colocaba un brasero que calentaba la habitación, y dos sillones. Desde aquí se accedía al dormitorio, sin ventana y con una sola cama.
(1) Cabe mencionar que el tapial es una de las opciones preferidas de quienes persiguen la construcción sostenible, o sea, la que reduzca el impacto ambiental que causan los procesos de edificación, uso y derribo. Las razones que vuelven el tapial tan conveniente son varias: en primer lugar, puede construirse con diversos materiales, todos ellos económicos y fáciles de conseguir. Por otro lado, no requiere de máquinas para completar el proceso, ya que podría considerarse artesanal.
A pesar de no ser el método más adecuado para grandes construcciones, el tapial ofrece la suficiente resistencia para un edificio de unas tres plantas; esto se debe a que los muros pueden fabricarse con un espesor considerable y fortificarse con ciertos aditivos, entre los que se se encuentra la paja (que sirve para volverlo más estable), piedras pequeñas, palos o cañas (que incrementan su resistencia y, en el caso de las cañas, la elasticidad del muro sin agregar demasiado peso).
El aroma: azahar
El azahar es una planta que se ha venido utilizando desde la antigüedad en forma de aceite esencial tanto de forma externa como interna. Sus propiedades son muy veneradas y valiosas. Uno de sus usos médicos más sorprendentes es como antiséptico, ya que con él se pueden tratar infecciones como la bronquitis o la otitis, entre otras enfermedades bacterianas.
El aroma de azahar también es capaz de proporcionar relajación y reducir las arritmias en situaciones de estrés o nervios. De hecho, es una de las aromaterapias más recomendadas para personas que padecen estrés crónico, insomnio e, incluso, episodios depresivos.
De manera externa sobre la piel se emplea como antiséptico, estimulante de la regeneración celular, relajante muscular y desodorante.
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